El eco de los incendios venía desde hacía meses, pero nadie en la ciudad lo tomaba en serio, excepto Hernán. Desde que tenía uso de razón, siempre había soñado con desastres, con llamas que arrasaban paisajes, personas huyendo de su propio destino. Su abuela solía decirle que tenía un “don” para ver el futuro, pero a lo largo de los años, esas palabras se convirtieron en una carga. En su último sueño recurrente, Hernán se veía a sí mismo atrapado en medio del monte, rodeado por un fuego imposible de controlar. El fuego no solo consumía la tierra; parecía devorar el aire mismo, dejando a su paso una neblina densa de humo y ceniza. Las montañas, que solían ser el refugio perfecto de paz, se convirtieron en trampas ardientes. A menudo despertaba sudando, con una imagen fija en su cabeza: la ciudad de Capilla del Monte rodeada de llamas, sin escape posible. Aquel día de septiembre comenzó como cualquier otro. El viento Zonda azotaba las calles, moviendo las ramas secas de los árboles...
En El Portal del Caos, viajarás por historias que desafían la realidad, conectadas por un misterioso portal que ha existido desde el inicio de los tiempos.